El Gobierno de los Estados Unidos, a través del Departamento del Comercio, dio un nuevo golpe a la Policía de Daniel Ortega y Rosario Murillo, al incluirla en la lista de Control de Exportaciones, que prohíbe a las empresas norteamericanas hacer negocios con la institución represiva sin un permiso previo. A criterio de expertos en el tema, con esta decisión, Washington ejerce más presión contra la entidad policial, que ha sido señalada por cometer crímenes y graves abusos a partir del estallido de las protestas en el 2018.
El Departamento del Comercio indicó que la designación de la Policía en la llamada “lista de entidades” es porque participó en actividades “contrarias a los intereses de la política exterior de los Estados Unidos”, haciendo referencia a la brutal represión ejercida por los uniformados contra ciudadanos en los últimos cuatro años.
“Esta adición se hace porque la Policía Nacional de Nicaragua es responsable o cómplice o ha participado directa o indirectamente en graves violaciones de los derechos humanos en Nicaragua”, señaló el Departamento en su comunicado oficial.
Elvira Cuadra, especialista en temas de seguridad, explicó a DIVERGENTES que, con esta medida, ninguna entidad norteamericana, o siquiera intermediaria, podrá exportar o transferir a la Policía de Nicaragua ninguna clase de bien o de producto. “Eso significa que la presión se incrementa sobre la Policía”.
La especialista añadió que el Gobierno de Joe Biden está imponiendo un “cerco” mucho más fuerte contra la dictadura y sus instituciones. “En este caso, se está poniendo una traba más para que ahora ni siquiera los intermediarios puedan hacer operaciones en nombre de la Policía”, insistió Cuadra.
A la par de Nicaragua, el Departamento incluyó a otras diez entidades de países como Birmania, Rusia y China, donde estas instituciones también están implicadas en graves abusos y violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias masivas, vigilancia de alta tecnología y ataques aéreos, que han causado muertos y heridos entre la población.
“El Gobierno de EE. UU. ha determinado que estas entidades actúan en contra de la seguridad nacional o de los intereses de la política exterior de Estados Unidos. En esta norma, el Departamento de Comercio también modifica el Reglamento de Administración de Exportaciones para confirmar, explícitamente, que el interés de la política exterior de proteger los derechos humanos en todo el mundo es una base para añadir entidades a la Lista de Entidades”, añade el comunicado.
A criterio del exembajador de Nicaragua, José Dávila, esta medida adoptada por Estados Unidos representa una “vergüenza mayor” para la institución policial, dirigida por Ortega-Murillo, puesto que “los argumentos esgrimidos es que han participado en represión, graves violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos, y hasta asesinatos”.
Dávila añadió que, con ello, también ha quedado al descubierto que la Policía de Nicaragua no está al servicio del pueblo, “sino que es un brazo armado represor de una familia que concentra el poder en Nicaragua”.
El mensaje de Estados Unidos