La historia de Nieves y Rey
Nieves, de cinco años, es una niña nicaragüense solicitante de refugio en Costa Rica. Ella, su mamá y su hermano Rey llegaron a Costa Rica en febrero de 2022 para reunirse con su papá, un periodista nicaragüense que se vio obligado a exiliarse en septiembre de 2021, debido a la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La niña y su familia cruzaron la frontera por un punto ciego. Temían que las autoridades migratorias nicaragüense les quitaran los pasaportes, como lo ha hecho con decenas de periodistas y personas defensoras de derechos humanos que huyen del país.
Nieves cuenta que el viaje hacia Costa Rica fue una aventura que no desea repetir. Cuando se reunió con su papá lo abrazó, y le dijo que ella era valiente porque caminó por la madrugada varios kilómetros entre monte y lodo.
En febrero empezó el kínder en Costa Rica. Su hermano Rey también pudo continuar su sexto grado de primaria. Ambos, según cuentan, son sociables y enérgicos, por lo que no han tenido dificultades para adaptarse al sistema educativo. Pero, al igual que la niñez del campamento, todavía viven el desarraigo. Extrañan su casa, sus amistades, a sus primitas y primitos.
Su país está siempre en sus mentes y en sus corazones. Nieves se alegra cada vez que ve una moneda con el escudo nicaragüense. Sin embargo, no ha superado los eventos traumáticos de la represión policial en Nicaragua. Le contó a su profesora que se vino de Nicaragua huyendo de la policía.
Nieves y Rey no han tenido que cambiarse de centro educativo. Su papá y su mamá han procurado mantenerlos en la misma escuela para que se adapten y tengan estabilidad. Pero no todas las familias refugiadas o solicitantes de refugio tienen esta posibilidad.
Hace un par de meses, Nieves y su familia se tuvieron que cambiar de casa en Costa Rica. Mientras realizaban la mudanza, la niña le preguntó a su mamá por qué huían de nuevo, quería saber si la policía les iba siguiendo. La mamá le respondió que en Costa Rica la policía no les hacía daño.